Psilocibina: qué es, cómo actúa y qué efectos provoca
- ¿Qué es la psilocibina?
- Breve historia y redescubrimiento
- Cómo actúa la psilocibina en el organismo
- Duración y farmacocinética de la psilocibina
- Efectos del consumo de psilocibina
- Efectos psicológicos y perceptivos
- Efectos fisiológicos
- Factores que influyen en la experiencia
- Riesgos de la psilocibina y precauciones
- Riesgos psicológicos
- Riesgos físicos
- "Bad trips" y sus causas
- Interacciones con otras sustancias
- Desmitificando los mitos
La psilocibina es un compuesto psicoactivo presente en más de 200 especies de hongos, conocidos popularmente como "hongos mágicos". Su historia transita entre lo ritual y lo clínico, lo espiritual y lo prohibido, en una tensión constante que refleja su complejidad cultural y farmacológica.
Desde hace siglos, ha sido empleada con fines ceremoniales y curativos por diversas culturas indígenas, especialmente en Mesoamérica. En las últimas décadas, ha reaparecido en los campos científico y médico como una herramienta prometedora para explorar la conciencia y tratar trastornos mentales resistentes. Pero ¿qué es exactamente esta sustancia? ¿Cómo interactúa con el cuerpo humano? ¿Por qué provoca experiencias tan intensas y, en algunos casos, transformadoras?
Este artículo propone un recorrido por el origen, la naturaleza y los efectos de la psilocibina: desde los hongos del bosque hasta los laboratorios contemporáneos. En una segunda entrega, exploraremos sus aplicaciones terapéuticas y su cambiante situación legal en el mundo.
¿Qué es la psilocibina?

La psilocibina es un alcaloide triptamínico de origen natural, cuya estructura guarda similitudes con la serotonina, neurotransmisor implicado en el ánimo, el sueño y la percepción sensorial. Su fórmula química es C₁₂H₁₇N₂O₄P, y su estructura se basa en un anillo indol con un grupo fosfato añadido. Sin embargo, la psilocibina no actúa directamente en el cerebro. Es un profármaco, es decir, una sustancia que requiere ser transformada en el organismo para ejercer su efecto. Esta conversión ocurre en el hígado, donde enzimas específicas eliminan el grupo fosfato, convirtiéndola en psilocina (C₁₂H₁₆N₂O), el compuesto verdaderamente activo a nivel neurológico.
La psilocina tiene alta afinidad por varios receptores serotoninérgicos, especialmente al subtipo 5-HT2A, implicado en la modulación de la conciencia, la percepción sensorial y el sentido del yo. La psilocibina se encuentra en una amplia variedad de hongos, principalmente del género Psilocybe, pero también en especies de Panaeolus, Gymnopilus o Copelandia. La concentración del compuesto varía según la especie, la genética, el ambiente y la madurez del hongo.
Desde su aislamiento en laboratorio en 1958 por Albert Hofmann, también puede obtenerse de forma sintética, siendo esta versión químicamente idéntica a la natural y la más utilizada en estudios clínicos por su pureza y dosificación controlada.
Breve historia y redescubrimiento
Gordon Wasson y los hongos psicodélicos
El banquero de Wall Street que reveló los hongos sagrados de México y cambió para siempre nuestra comprensión de la psicodelia. La fascinante historia de R. Gordon Wasson.
Leer másEl uso ritual de hongos psilocibios está documentado en numerosas culturas indígenas mesoamericanas. Los mexicas, por ejemplo, los conocían como teōnanácatl —"carne de los dioses"— y los empleaban en ceremonias religiosas. Estas prácticas fueron reprimidas durante la colonización, pero sobrevivieron en comunidades como la mazateca de Oaxaca, donde aún hoy se preservan formas tradicionales de uso.
El interés occidental resurgió en 1955, cuando el banquero y etnomicólogo aficionado R. Gordon Wasson participó en una ceremonia con María Sabina, curandera mazateca. Su experiencia, publicada en la revista Life, marcó el inicio de una nueva etapa de exploración psicodélica en Occidente. En 1958, el químico suizo Albert Hofmann, conocido por su descubrimiento del LSD, logró aislar y sintetizar la psilocibina, lo que facilitó su estudio en contextos científicos.
Durante los años 60, la sustancia fue objeto de interés tanto en el ámbito clínico como contracultural, hasta ser prohibida en los años 70. Solo en el siglo XXI, tras décadas de silencio, ha retomado un lugar en la investigación científica, con estudios rigurosos que exploran su eficacia en tratamientos de salud mental.
Lo que comenzó como una práctica ancestral marginada por la colonización, hoy vuelve al foco como una de las fronteras más prometedoras de la neurociencia y la salud mental.
Cómo actúa la psilocibina en el organismo
Una vez ingerida, la psilocibina es rápidamente convertida en psilocina por la enzima fosfatasa alcalina. La psilocina, al ser similar a la serotonina, se une a sus receptores, especialmente 5-HT2A, provocando una alteración temporal en la comunicación neuronal.

Estudios de neuroimagen han mostrado que la psilocina reduce la actividad de la red por defecto (default mode network), una estructura cerebral asociada a la autorreferencia, la rumiación y la construcción del ego. Al mismo tiempo, incrementa la conectividad global entre regiones cerebrales que normalmente no interactúan entre sí, lo que da lugar a una red más flexible y menos jerárquica. Además, se ha observado un aumento de la entropía neural, es decir, de la complejidad e imprevisibilidad en los patrones de actividad cerebral, fenómeno que se vincula con la disolución del yo y la aparición de estados místicos o no ordinarios de conciencia.
Duración y farmacocinética de la psilocibina
- Inicio de efectos: 20–60 minutos tras la ingestión.
- Pico de intensidad: entre 1.5 y 3 horas.
- Duración total: de 4 a 6 horas, según dosis, metabolismo y entorno.
La mayoría de la psilocina se elimina en pocas horas por vía urinaria. No deja residuos tóxicos acumulativos ni genera dependencia física conocida.
Efectos del consumo de psilocibina
La experiencia con psilocibina es profundamente subjetiva y depende de múltiples factores individuales y contextuales. Aunque no existen efectos universales, sí se han identificado patrones comunes en las respuestas psicológicas, sensoriales y fisiológicas que provoca.
Algunos describen la experiencia como profundamente reveladora, mística o terapéutica; otros, como confusa, abrumadora o incluso aterradora si no se da en condiciones adecuadas.
Efectos psicológicos y perceptivos
Desde una perspectiva psicológica, la psilocina —forma activa de la psilocibina— altera profundamente el procesamiento de la información sensorial y cognitiva, lo que puede llevar a experiencias que desafían la lógica ordinaria o los límites del yo.
Algunos de los efectos más comunes incluyen:
- Alteraciones sensoriales: colores intensificados, texturas más nítidas, sonidos más envolventes. Es frecuente la aparición de patrones geométricos al cerrar los ojos (closed-eye visuals) e incluso alucinaciones visuales o sinestesia (percibir sonidos como colores, por ejemplo).
- Distorsión del tiempo y el espacio: muchos usuarios reportan una sensación de detención o disolución del tiempo, así como cambios en la percepción de las distancias o del cuerpo propio.
- Cambios en la percepción del yo: puede surgir una sensación de introspección profunda, de estar “viendo desde fuera” la propia mente, o incluso una disolución del ego, en la que desaparece la frontera entre el yo y el entorno.
- Elevación emocional y estados místicos: sentimientos de asombro, unidad, compasión o “revelación” espiritual son comunes, especialmente con dosis altas o en contextos introspectivos.
- Desafíos psicológicos: también pueden aparecer momentos de ansiedad intensa, confusión, pensamientos obsesivos o paranoia, especialmente si el entorno no es adecuado o si la persona tiene una predisposición psicológica.
“Sentí que no era una persona, sino un proceso. Que estaba fundido con todo. Fue bello, pero también inquietante.” — Participante anónimo en un estudio clínico (Johns Hopkins, 2016)

Efectos fisiológicos
A nivel físico, la psilocibina produce efectos relativamente leves comparados con su intensidad psicológica. No genera toxicidad sistémica relevante ni dependencia física conocida.
Los efectos corporales más frecuentes incluyen:
- Midriasis (dilatación de las pupilas). Aumento leve de la frecuencia cardíaca y en ocasiones de la presión arterial.
- Náuseas o molestias gastrointestinales, sobre todo si se consumen los cuerpos fructíferos del hongo crudos o secos.
- Temblores leves, escalofríos o sudoración.
- Disminución del apetito.
- Alteración del sentido del equilibrio o la coordinación motora.
Estos efectos suelen ser transitorios y desaparecen junto con la metabolización de la sustancia.
Factores que influyen en la experiencia
La variabilidad en la experiencia psilocíbica está determinada por múltiples factores. En el ámbito científico y terapéutico se utiliza el concepto de “set & setting”, que hace referencia a:
- Set (estado mental): emociones, expectativas, salud psicológica.
- Setting (entorno): lugar, compañía, estímulos sensoriales.
- Dosis y especie: la potencia varía entre especies y entre cuerpos fructíferos.
- Contexto cultural: creencias y marcos interpretativos pueden modular la experiencia.
- Vulnerabilidad personal: antecedentes psiquiátricos o situaciones emocionales complejas.
Riesgos de la psilocibina y precauciones
Aunque la psilocibina se considera una sustancia de baja toxicidad fisiológica y no genera dependencia física, no está exenta de riesgos, especialmente cuando se consume en contextos no controlados, sin conocimiento adecuado o en personas con vulnerabilidades psicológicas. Comprender estos riesgos no busca demonizar su uso, sino promover una aproximación más informada, respetuosa y segura.
Riesgos psicológicos
El riesgo más relevante asociado al consumo de psilocibina es psicológico, no físico. La intensidad de sus efectos puede llevar a experiencias emocionalmente abrumadoras, especialmente en contextos inadecuados.
Algunos de los efectos adversos más reportados incluyen:
- Ansiedad aguda o ataques de pánico durante el viaje.
- Despersonalización o sensación de perder el control de la propia mente o identidad.
- Paranoia o pensamientos persecutorios.
- En casos excepcionales: episodios psicóticos temporales, especialmente en personas con antecedentes de esquizofrenia, trastorno bipolar u otros trastornos psicóticos latentes.
La mayoría de estos efectos son transitorios, pero pueden resultar muy angustiantes en el momento. Por ello, se desaconseja el consumo sin una preparación emocional adecuada, especialmente en personas con antecedentes de trastornos mentales o trauma no resuelto.
Riesgos físicos
Desde el punto de vista fisiológico, los riesgos son menores, pero no inexistentes. La identificación errónea de especies de hongos silvestres constituye un riesgo real y potencialmente mortal. Algunas especies tóxicas, como Amanita phalloides, pueden confundirse con hongos psilocíbicos por personas inexpertas.
El consumo de grandes cantidades puede producir náuseas, vómitos, temblores y confusión.
Si bien no hay evidencia de toxicidad hepática o renal aguda en humanos, la experiencia puede generar accidentes o conductas imprudentes, sobre todo en entornos no supervisados.
"Bad trips" y sus causas
El llamado mal viaje o bad trip no es una intoxicación en el sentido clínico, sino una experiencia psicológicamente negativa caracterizada por:
- Confusión, angustia existencial, sensación de estar atrapado.
- Pensamientos oscuros o confrontación con traumas reprimidos.
- Miedo a haber “dañado” permanentemente la mente (algo que no está respaldado por la evidencia científica si no hay antecedentes psiquiátricos graves).
Estos efectos suelen estar relacionados con un entorno inadecuado, dosis elevadas, o la ausencia de una guía o acompañamiento. En contextos clínicos o rituales bien estructurados, la incidencia de estos episodios disminuye significativamente.
Si quieres profundizar en las precauciones esenciales antes de una experiencia con psilocibina, puedes consultar los siguientes artículos que reúnen las recomendaciones clave para un uso informado, seguro y responsable.
Bad trips con psilocibina: cómo evitar un mal viaje
¿Qué es un mal viaje con setas mágicas? Aprende a prevenirlo, gestionarlo y convertirlo en una oportunidad de crecimiento. En Mushverse, te acompañamos hacia un viaje consciente.
Leer másInteracciones con otras sustancias
La psilocibina puede interactuar de forma imprevisible con otras sustancias, tanto farmacológicas como recreativas. Algunas combinaciones pueden aumentar los efectos adversos, disminuir su eficacia terapéutica o incluso generar riesgos graves para la salud mental o física.
Estas son algunas interacciones importantes que conviene conocer y evitar:
- Antidepresivos y fármacos serotoninérgicos (ISRS, IMAOs, IRSN): pueden reducir los efectos de la psilocibina o generar una sobrecarga de serotonina, aumentando el riesgo de síndrome serotoninérgico, una condición potencialmente peligrosa.
- Estimulantes (anfetaminas, MDMA, cocaína): combinarlos con psilocibina puede sobrecargar el sistema nervioso, aumentar la presión arterial y provocar estados de ansiedad o paranoia.
- Alcohol: puede atenuar la claridad de la experiencia, aumentar la desinhibición y favorecer reacciones imprevisibles o conductas de riesgo.
- THC (cannabis): la interacción es muy variable. En algunas personas puede potenciar efectos visuales o introspectivos, pero en otras incrementar la ansiedad, la confusión o los "malos viajes".
- Ansiolíticos y antipsicóticos: suelen bloquear o suavizar los efectos psicodélicos, por lo que a veces se utilizan en contextos clínicos para “aterrizar” una experiencia intensa. Su combinación fuera de un entorno controlado puede ser contraproducente.
- Otras sustancias psicodélicas (LSD, DMT, mescalina...): mezclar diferentes psicodélicos puede ser imprevisible y sobrecargar la experiencia, aumentando el riesgo de disociación, pánico o confusión prolongada.
Desmitificando los mitos
A pesar de su creciente aceptación en la investigación médica, la psilocibina sigue rodeada de mitos heredados de la desinformación de finales del siglo XX.
Entre los mitos más comunes:
- "Se queda en la columna vertebral": falso. La psilocina es metabolizada y eliminada en pocas horas, sin acumulación en tejidos.
- "Una sola vez y quedas loco": no hay evidencia de daño cerebral permanente en personas sin predisposición psiquiátrica.
- "Es una droga blanda e inofensiva": aunque no es tóxica en el sentido clásico, su potencia psicológica exige respeto y preparación.
En próximos artículos abordaremos sus aplicaciones clínicas y el debate actual en torno a su regulación. Te invitamos a seguir explorando este fascinante universo psicodélico.
¡Hasta el próximo viaje!
Este artículo tiene fines exclusivamente informativos y educativos. La psilocibina está regulada o prohibida en muchos países. No se promueve su consumo ni se considera apta para uso humano fuera de contextos clínicos autorizados.
Referencias
- https://maps.org/
- https://www.beckleyfoundation.org/science/substances-methods/psilocybin/
- https://www.webmd.com/vitamins/ai/ingredientmono-1654/psilocybin
- https://pharmrev.aspetjournals.org/article/S0031-6997(24)01182-7
- https://archive.org/details/dispositionoftox0000base_v7n5
- https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_serotonin%C3%A9rgico
- https://hopkinspsychedelic.org/