Guía completa de setas psicoactivas
Las setas alucinógenas, también conocidas como hongos mágicos, se han utilizado durante milenios en rituales, prácticas espirituales y, más recientemente, en estudios científicos sobre la conciencia. Su poder visionario se debe a una variedad de compuestos psicoactivos como la psilocibina, que desencadena profundos efectos psicodélicos y alteraciones de la percepción.
Con centenares de especies identificadas en todo el mundo, estas setas se agrupan en varios géneros y contienen distintos principios activos. Desde las Psilocybe que crecen en bosques húmedos hasta la icónica Amanita muscaria, el universo de los hongos alucinógenos es tan diverso como misterioso.
En este artículo exploramos los compuestos psicoactivos más importantes, las principales familias de setas mágicas, las especies más conocidas y sus efectos psicodélicos desde una perspectiva científica y educativa.
¿Qué compuestos hacen alucinógenas a las setas?
Las propiedades psicodélicas de estas setas provienen de varios compuestos químicos que interactúan principalmente con el sistema serotoninérgico del cerebro. Aquí te presentamos los más importantes:
Psilocibina y psilocina
Son los compuestos más conocidos y estudiados. La psilocibina se convierte en psilocina al metabolizarse, generando una amplia gama de efectos, como:
- Alteraciones visuales (colores intensos, patrones geométricos)
- Percepción del tiempo modificada
- Estados de introspección profunda
- Sensación de unidad o conexión con la naturaleza

Se encuentran en más de 200 especies, en especial del género Psilocybe. En contextos clínicos regulados, la psilocibina se investiga como tratamiento para depresión resistente, ansiedad existencial y adicciones. Investigaciones recientes de instituciones como Johns Hopkins y NYU han documentado resultados prometedores en estos campos.
Ácido iboténico y muscimol
Presentes en setas como Amanita muscaria y Amanita pantherina, estos compuestos no pertenecen a la familia de las triptaminas. Sus efectos incluyen:
- Estados oníricos o confusionales
- Desinhibición motora
- Visiones arquetípicas o simbólicas
Históricamente asociados a rituales chamánicos en Siberia y otros territorios del norte, su consumo requiere un conocimiento profundo de preparación y dosis debido a su toxicidad potencial. Estudios toxicológicos han documentado casos severos de intoxicación, por lo que no se recomienda su uso recreativo.
Otros compuestos: baeocistina y norbaeocistina
Estos alcaloides psicoactivos también se encuentran en diversas Psilocybes. Aunque menos potentes, contribuyen al efecto global del hongo en lo que se conoce como "efecto séquito". Se están estudiando como posibles moduladores del efecto psicodélico y su sinergia con la psilocibina.
¿Cual es la diferencia entre una especie y una cepa?
Antes de sumergirnos en los tipos de setas alucinógenas, es importante entender la diferencia entre especies y cepas. Una especie es un grupo de organismos que pueden reproducirse entre sí, como todas las Psilocybe cubensis, que pueden cruzarse para producir descendencia. Sin embargo, una Psilocybe cubensis no puede cruzarse con una Psilocybe azurescens.
Las cepas, por otro lado, son subgrupos dentro de una especie que varían en fenotipos o patrones de crecimiento, como color, tamaño o potencia. Por ejemplo, dentro de Psilocybe cubensis existen más de 100 cepas, como B+, Golden Teacher o McKennaii, todas con diferencias sutiles pero pertenecientes a la misma especie. Podemos compararlo con los humanos: una raza (como caucásica o asiática) es similar a una cepa, con características distintas pero dentro de la misma especie (Homo sapiens).
Tipos de setas alucinógenas
Por lo general, los hongos alucinógenos con efectos psicoactivos se clasifican en tres grupos principales, que incluyen diversas especies dentro de cada categoría.
1. Setas con psilocibina y psilocina
Las setas psilocíbicas contienen los alcaloides alucinógenos psilocibina (4-PO-DMT) y psilocina. Al ingerirse, estos compuestos producen distorsiones visuales y auditivas, alteración de la percepción del tiempo y el espacio, y emociones intensas. A continuación describimos seis géneros clave, con especies representativas, características morfológicas, hábitats, distribución, potencia y efectos típicos.
Género Psilocybe
Este género incluye unas 350 especies distribuidas por todo el mundo, excepto en la Antártida. De ellas, más de 100 son psicoactivas. Son hongos saprotróficos que suelen crecer en estiércol o materia orgánica en descomposición. Presentan un sombrero de forma convexa a plana, laminillas oscuras y estípite con anillo en muchas especies.

Al ser expuestos al aire, pueden tornarse azulados por la oxidación de la psilocina, un compuesto psicoactivo que reacciona al contacto con el oxígeno. Suelen encontrarse en praderas, bosques y pastizales de climas templados o tropicales.
Especies destacadas del género Psilocybe:
- Psilocybe cubensis (hongo dorado): La más emblemática de las "setas mágicas". Su sombrero, de un brillante tono ocre-dorado y entre 5 y 8 cm de diámetro, junto a su tallo con anillo membranoso, la hacen fácilmente reconocible. Crece sobre estiércol en regiones cálidas y subtropicales de América, Asia y Europa tropical. Contiene psilocibina (~15 mg/g seco) y psilocina, y provoca efectos de intensidad moderada.
- Psilocybe semilanceata ("Liberty cap"): Pequeña pero potente, esta seta tiene un sombrero de 2–5 cm en forma de campana con un pico distintivo. Sin anillo, se encuentra en pastizales templados de Europa y Norteamérica, especialmente en otoño. Su potencia es baja-media (hasta 0.98 % de psilocibina en seco).
- Psilocybe azurescens ("platillos voladores"): Una de las más potentes del grupo. Originaria de la costa oeste de EE. UU. (Washington y Oregón), luce un sombrero convexo de 7–10 cm, marrón rojizo, y un tallo claro. Contiene hasta 1.78 % de psilocibina y 0.38 % de psilocina según análisis químicos.
- Psilocybe mexicana: De sombrero pequeño (2–4 cm), esta especie crece en praderas y montañas de México y Centroamérica. Ha sido utilizada durante siglos por pueblos indígenas como los mazatecos en rituales chamánicos.
- Psilocybe cyanescens ("Wavy Caps"): Fácil de reconocer por sus característicos sombreros ondulados. Aparece sobre madera en descomposición en climas templados alrededor del mundo.
- Psilocybe argentipes: Endémica de Japón, prospera en suelos forestales entre robles, sugi o pinos loblolly.
- Otras especies notables: P. baeocystis (Oregón), P. pelliculosa (Norteamérica y Europa), P. bohemica (Europa), P. samuiensis (Tailandia), P. caerulipes (Norteamérica).
Los efectos de las setas psilocíbicas varían según la especie, dosis, metabolismo individual y entorno. En general, incluyen distorsiones visuales como formas geométricas o halos, sinestesia (por ejemplo, "ver" sonidos) y una sensación de conexión con el entorno. A nivel fisiológico, pueden producir un leve aumento de la presión arterial y del ritmo cardíaco, así como dilatación pupilar.
Género Panaeolus
Los Panaeolus son hongos que crecen sobre materia orgánica en descomposición y destacan por su aspecto discreto pero su potente contenido. Su sombrero es pequeño y redondeado en las primeras etapas, aplanándose a medida que madura. Presentan laminillas oscuras y un tallo generalmente liso, sin anillo visible. Son conocidos popularmente como "shrooms del pasto" y se encuentran con facilidad en climas cálidos y templados de todo el mundo.

Especies relevantes de Panaeolus:
- Panaeolus cyanescens (también conocido como Copelandia Hawaiian): Se reconoce por su sombrero cónico a convexo, de tono marrón oscuro que se vuelve casi negro al envejecer. Habita en estiércol fresco de vaca o búfalo en pastizales tropicales de Sudamérica, África, Asia y diversas islas del océano Índico y Pacífico. Es una de las especies más potentes: al contacto, se tiñe de un azul vibrante, señal de su alta concentración de psilocibina.
- Panaeolus subbalteatus (conocido como "el cintado"): Tiene un sombrero marrón claro adornado con una banda gris característica. Aparece sobre estiércol de caballo y en céspedes bien abonados de regiones templadas o subtropicales.
- Panaeolus antillarum: Similar al anterior, pero más adaptado a zonas tropicales. Se encuentra en América Central, el Caribe y partes de África.
- Otros Panaeolus con psilocibina: P. olivaceus, P. sphinctrinus, P. bisporus, P. tropicalis, P. cambodginensis.
Los efectos subjetivos de Panaeolus son comparables a los del género Psilocybe. Sin embargo, algunas especies presentan un sabor más amargo y pueden provocar molestias estomacales leves.
Género Conocybe
Los Conocybe son hongos delicados, de sombrero cónico o de campana y pie delgado. Crecen en pastizales, praderas o musgos húmedos, a menudo en céspedes cultivados. Muchas especies pequeñas de este género son inofensivas o simplemente desconocidas, pero cuatro se destacan por su contenido psicodélico:
- Conocybe siligineoides: Hongo pequeño de sombrero dorado, solo encontrado en áreas de pasto en Oaxaca (México). Usado tradicionalmente por los mazatecos en rituales chamánicos.
- Conocybe kuehneriana (anteriormente Pholiotina kuehneriana): Sombrero café oscuro, estípite filiforme, encontrado en céspedes de Norteamérica y Europa templada.
- Conocybe cyanopus: Sombrero claro con tallo azulado, visto en Europa en céspedes.
- Conocybe smithii (Galerina cyanopus): Similar a C. cyanopus, reportada en Europa y EE. UU.
- ADVERTENCIA IMPORTANTE: Conocybe filaris (muy común en césped) NO es psicodélica, sino mortalmente venenosa (contiene muscarina) y no debe confundirse con las anteriores. Esta confusión ha provocado intoxicaciones graves documentadas.
En general, las Conocybe psicodélicas son pequeñas y discretas; solo deben recolectarse con certeza absoluta de identificación y por expertos en micología.
Género Gymnopilus
Este género de "setas anaranjadas" comprende más de 200 especies. Son robustas, con laminillas amarillas-anaranjadas y esporas ferruginosas. Crecen sobre madera en descomposición o a veces en suelo rico en restos leñosos.

Autor: Tony Wills
Catorce especies de Gymnopilus contienen psilocibina según estudios químicos, de entre las que destacamos:
- Gymnopilus junonius (Big laughing Gym): Muy vistoso, con sombrero de 5–15 cm de color amarillo anaranjado y esporas café-rojizas. Crece en tocón de árboles de hoja ancha o coníferas en estaciones templadas de Eurasia y América del Norte.
- Gymnopilus luteus (anteriormente Gymnopilus luteofolius): Sombrero amarillo a naranja pálido, crece en madera muerta de coníferas.
- Gymnopilus aeruginosus: Sombrero anaranjado, contenido psicoactivo.
- Otros: G. luteoviridis, G. validipes, G. braendlei, G. luteofolius, etc.
Los efectos son similares a otros psilocibios pero también pueden producir náuseas o malestar gastrointestinal. La identificación precisa es crucial, ya que existen especies tóxicas morfológicamente similares.
Género Inocybe
Inocybe es un género diverso de setas micorrízicas (asociadas a raíces de árboles). Muchas no son psicoactivas sino venenosas (contienen muscarina). Sin embargo, se han identificado un par de especies con psilocibina:
- Inocybe aeruginascens: Hongo pequeño (sombrero 3–5 cm, de color marrón amarillento con manchas verde-azuladas) que crece en suelo bajo árboles (olmo, abedul) en Europa y EE. UU. Brucea azul con el daño. Contiene psilocibina, psilocina, baeocistina y el compuesto aeruginascina (análoga trimetilada).
- Inocybe corydalina: Hongo raramente documentado en Europa que también contiene psilocibina.
ADVERTENCIA DE SEGURIDAD: Las Inocybe psilocibias son extremadamente raras y muy difíciles de distinguir de las especies mortalmente tóxicas. Los micólogos profesionales desaconsejan terminantemente su búsqueda o consumo por el elevado riesgo de confusión letal.
Género Pluteus
El género Pluteus agrupa hongos con laminillas libres y esporas rosadas. Varios crecen sobre madera muerta o corteza. Contienen psilocibina en algunos casos:
- Pluteus salicinus (escudo del sauce): Crece en maderas de sauce en bosques de clima templado. Sombrero grisáceo salpicado, pie blanquecino.
- Pluteus americanus: En troncos caídos de hoja ancha (EE. UU., Rusia).
- Pluteus cervinus: Común en hojas, raramente reporta actividad psicodélica.
En conjunto, los Pluteus psilocibios son poco potentes comparados con Psilocybe clásicos; sus efectos suelen ser de corta duración y moderados.
2. Setas con muscimol (ácido iboténico)
Este grupo incluye hongos que no contienen psilocibina, sino otros compuestos psicoactivos como el ácido iboténico y el muscimol. Ambos actúan sobre el sistema GABA, un importante neurotransmisor inhibidor del cerebro, generando efectos muy distintos a los provocados por la psilocibina.
Estos compuestos inducen estados alterados de conciencia que suelen describirse como oníricos, disociativos o incluso sedantes, dependiendo de la dosis y del entorno. Los hongos más conocidos que contienen estas sustancias pertenecen principalmente al género Amanita, siendo el más emblemático:
Amanita muscaria: el hongo rojo de los cuentos
Con su sombrero rojo salpicado de manchas blancas, Amanita muscaria es uno de los hongos más reconocibles del mundo. Al madurar, su sombrero se aplana y varía del rojo al anaranjado, con verrugas blancas, laminillas y pie blanco, anillo y volva en la base. Crece en simbiosis con pinos, abedules y otras especies de climas templados del hemisferio norte, aunque también ha sido introducida en otros continentes.
Contiene ácido iboténico y muscimol, compuestos psicoactivos con efectos muy distintos a los de los psilocibios. Tras su consumo (habitualmente seco o cocinado), produce una fase de excitación seguida de sedación, vértigo, confusión, náuseas y alucinaciones oníricas. Las dosis elevadas pueden causar estupor o coma, aunque las muertes son raras.
PRECAUCIÓN: A pesar de su uso histórico, los expertos en toxicología desaconsejan firmemente el consumo de cualquier Amanita por el riesgo de reacciones adversas severas, incluyendo fallo hepático.
Amanita pantherina (pantera)
Conocida como "Panther cap", Amanita pantherina es un hongo de sombrero marrón a crema (4–10 cm), decorado con verrugas blancas que pueden desaparecer con la lluvia. Aunque menos vistosa que A. muscaria, es más potente y se encuentra en bosques de hoja ancha y mixtos de Europa, Asia y América del Norte.
Contiene altas concentraciones de muscimol y ácido iboténico, lo que provoca efectos más narcóticos: somnolencia intensa, ataxia y alucinaciones vívidas. Su toxicidad es elevada y puede inducir estupor o coma en dosis altas. Su uso tradicional es escaso y, como otras Amanitas iboténicas, se considera altamente peligrosa.
Varias Amanita similares contienen estos alcaloides:
- Amanita gemmata: Sombrero amarillo dorado, lamina blanca, de menor tamaño. Crece en bosques templados.
- Amanita regalis (o clasping amanita): Parecida a muscaria pero café oscuro. Habita bosques nórdicos.
3. Setas parásitas
Este apartado incluye hongos entomopatógenos (que infectan insectos) o parásitos de plantas, capaces de producir sustancias con efectos sobre el sistema nervioso. Aunque menos conocidos que las especies que contienen psilocibina, estos hongos representan un campo de estudio fascinante por la diversidad de compuestos bioactivos que sintetizan.
Claviceps purpurea: el hongo del ergot y el origen del LSD
Claviceps purpurea, conocido como cornezuelo del centeno, no es una seta en el sentido clásico, sino un hongo ascomiceto parásito que infecta espigas de cereales como el centeno. En los granos contaminados forma esclerocios oscuros conocidos como ergot, ricos en alcaloides del ergot como la ergotamina, ergometrina y ergocriptina.
Estos compuestos, aunque no son alucinógenos clásicos, tienen potentes efectos sobre el sistema nervioso y circulatorio. Su consumo provocó durante siglos el ergotismo, una intoxicación que podía causar gangrena por vasoconstricción severa, convulsiones y estados de delirio con visiones.
El químico Albert Hofmann logró aislar el LSD (dietilamida del ácido lisérgico) a partir del cornezuelo, marcando el inicio de la era moderna de los psicodélicos. Claviceps purpurea es, por tanto, la fuente ancestral del LSD y una figura clave en la historia de los enteógenos.
Las setas alucinógenas nos conectan con una rica tradición ancestral, pero también con una frontera científica emergente. Comprender su diversidad, sus compuestos activos y sus efectos es el primer paso hacia un uso más consciente, ético y responsable.
Referencias completas
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