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Estas setas mágicas han estado ligadas a la historia de México durante miles de años. Antes de la llegada de los españoles, eran conocidas como Teonanácatl ("carne de los dioses"), un nombre que refleja el respeto y la reverencia que las culturas locales les profesaban. Hoy en día, también se las llama "Pajaritos".
Esta variedad autóctona lleva consigo un legado cultural inmenso en su micelio, siendo además la pionera en comercializarse en los Smart Shops holandeses, gracias a su cultivo accesible y efectos manejables. Actualmente, sigue siendo la más popular tanto para cultivar como para estudiar.
Cultivarlas es una tarea simple, ya que prosperan en diversas condiciones (siempre dentro de los parámetros adecuados) y mantienen un nivel constante y predecible de psilocibina. Si las colocas en un mini invernadero con calefacción, manteniendo una temperatura de 22 a 24 °C y una humedad del 60% al 80%, puedes obtener fácilmente hasta cuatro cosechas de Psilocybe cubensis Mexicana.
Estas setas se distinguen por un tallo blanco puro y un sombrero de tonos marrón claro, que puede volverse más oscuro según las condiciones de crecimiento. Sus efectos, aunque intensos, son más fáciles de gestionar en comparación con otras setas psicodélicas. Te sumergen en un universo visual repleto de símbolos y figuras inspiradas en la estética mesoamericana, mientras potencian una introspección profunda y una sensación de armonía con el cosmos y contigo mismo.
El pan de setas Mexicanas está destinado exclusivamente a fines micológicos, educativos o de colección.
1200 ml de sustrato inoculado